El
electromagnetismo, según la definición que la ciencia le ha dado, es la parte
de la física que estudia el campo
magnético creado por la corriente eléctrica y el efecto de un campo magnético
en una corriente eléctrica. Es decir, una corriente eléctrica origina siempre
un campo magnético y un campo magnético considerable origina siempre corriente
eléctrica.
Esta
interrelación se encuentra en todo lo que existe ¿Porque esto es así? Porque
esta interrelación tiene su origen en el propio átomo, la partícula de la que
todo está hecho. El átomo está constituido por un núcleo de carga positiva y un electrón que gira
alrededor con carga negativa. El electrón es una partícula con carga eléctrica,
que al estar en continuo movimiento alrededor del núcleo genera electricidad,
allí donde haya electricidad se generará un campo magnético. Así que, podemos
decir, que todo absolutamente todo, contiene estas dos características.
El
electromagnetismo es un pilar indiscutible de la Ley de Economía que se detalla
en este mismo dossier. A mayor carga eléctrica mayor magnetismo. Si partimos de
la base que el átomo es la partícula que más se acerca a lo que sería la
perfección de la creación, y es la base misma de la creación, podremos entender
que es fruto de un diseño creado por la Ley Universal de Atracción-Repulsión.
Esta
relación entre electricidad-magnetismo, es el vehículo que utiliza la ley cósmica
de Atracción –Repulsión para el orden perfecto en la creación. El
electromagnetismo es lo que mantiene a
todo lo que existe en un lugar determinado y no en otro, gracias a esto nada se
precipita contra nada y nos garantiza el orden más impecable en todo lo creado.
De igual forma, es la base quántica que nos ayudará a evolucionar y alcanzar el
regreso a nuestro origen esencial, ya que en el plan trazado, está dispuesto un
orden de experiencias que harán que nuestro campo eléctrico-magnético sufra
constantes cambios vibracionales y de polaridad que nos permitirán
reencontrarnos por la ley de Atracción-Repulsión, y afinidad con aquello que
realmente somos y que configura nuestro Átomo Permanente (Espíritu o Partícula
Divina) y que a su vez permanece unido al átomo de la mente (Alma) y por
consiguiente al átomo físico.
El Átomo Permanente se podría definir como
LA ESENCIA. ¿Y qué es esto? Podemos
definir a la esencia de toda creación, como la fuente de origen o unidad
primigenia, desde la que parte toda la expresión del Ser a través del cual se
experimenta, teniendo en cuenta el fundamento y la intencionalidad del plan.
Todo espíritu parte de un registro único o unidad de existencia pura, que
adquiere a lo largo de todos los procesos evolutivos a los que se “somete”, a
capacitar a la fuente, de información en todos los rangos, dimensiones y
planos, de acuerdo con las formulaciones vitales de su Ser. Las esencias no son
desvinculadas jamás de los algoritmos del Logos, sino que tienen la previsión
de aceptar las influencias y formar parte de ellas pero no de anular su átomo
primero o lo que se conoce como perfección, cuyo ejemplo sería un átomo de
hidrógeno.
Se trata de un electrón orbitando alrededor
de un núcleo positivo, un protón. Aunque es preciso tener en cuenta que de
acuerdo con el experimento Rutherford, en el que se observó como los electrones
“orbitan” el núcleo de protones, pudiéndose medir la distancia entre ambas
partículas, tenemos que para que este dibujo se ajustase a la realidad,
suponiendo que el núcleo es de 1 cm, el electrón estaría a 100 metros.
Como podemos observar en este ejemplo de
átomo perfecto o esencia pura, existen dos elementos visibles que se
correlacionan y forman parte de la unidad, aún así, no somos capaces de ver más
allá, la importancia del espacio que existe entre ellos y la fuerza que
sostiene las partículas, de forma que no se precipiten una contra la otra. Como
dice Vicente Beltrán Anglada en su tratado sobre Magia Organizada Planetaria,
el ESPACIO es la Matriz de todas las creaciones. Tiene una absoluta capacidad
de respuesta a todas las vibraciones, ya sean las que provienen del más humilde
átomo o de la más gloriosa entidad. Por misterioso que pueda parecer, el
espacio suministra “automáticamente y sin esfuerzo” el éter cualificado, o
substancia primordial, que precisa cada centro creador. El espacio es
Multidimensional, Multimolecular y Multigeométrico, lo que nos lleva a decir
que el espacio es una entidad. Cuando de uno de tales centros creadores surge
el gran mántram de construcción, el espacio le abre sus dilatadas entrañas y le
ofrece como inefables dádivas los materiales que precisa para su manifestación,
aquellos cuyas características se amoldan perfectamente a la cualidad y
magnitud del intento creador a ser desarrollado.
Si el espacio no fuese una entidad
consciente – a una medida y grandeza que escapa por completo a nuestro análisis
– si dentro de su omniabarcante seno, no existiese esa tremenda e
indescriptible capacidad de respuesta a todos los posibles impactos, no habría
posibilidad alguna de creación. El espacio pasaría a ser algo inerte, vacío,
carente de vida y de toda posibilidad creadora. La poderosísima e incluyente conciencia
del espacio, se revela siempre como una entidad absolutamente vital dotada de
unas infinitas y misteriosas entrañas, donde se gestan, se desarrollan y se
extinguen todos los mundos y todos los universos.
El espacio no es solamente la suma total de
los elementos químicos y compuestos moleculares que lo constituyen, sino
también y esencialmente aquella extraordinaria e indescriptible entidad que
crea, dirige y organiza toda la infinita cantidad de vidas que viven, se mueven
y tienen el Ser dentro de su omniabarcante seno. De este seno surgen todas las
vibraciones denominadas técnicamente dimensiones del espacio, las cuales,
viendo la idea desde un ángulo muy profundo y esotérico, no son sino “estados
de conciencia” de la entidad espacio, cuyas expresiones son por analogía las
larguísimas e interminables series de elementos atómicos, compuestos
moleculares y formas geométricas que utilizaron en determinados momentos
estelares los Logos creadores de galaxias, constelaciones, sistemas solares y
esquemas planetarios para crear sus gigantescos cuerpos de expresión cíclica.
De esta penetración en los misterios de la
esencia, podemos dar con el eterno fenómeno de la creación, en ello se esconde
la primera de las grandes polaridades conocidas, el Espíritu Creador – aspecto
Padre - y la Entidad Espacio – aspecto Madre -, esta entidad mística que como
hemos visto entrega su Ser a la manifestación de la creación y cuya naturaleza
virginal se mantiene eternamente pura e inmaculada, pese a las infinitas
creaciones que se realizan en el interior de sus indescriptibles y misteriosas
entrañas.
Aquí
se explica cómo triple logos (cósmico-planetario-físico) que ya sabemos que
está también en la constitución de todo lo que existe, se ordena en el átomo
también. Cuando un campo electromagnético se encuentra con otro campo de afinidad
y similitud electromagnética, será atraído con una fuerza directamente
proporcional a la magnitud de dicho campo, de tal forma que si nos
encontráramos con uno de nuestros yoes en el mismo espacio-tiempo, el efecto
sería como el de una fusión de partículas debido a la Ley de Atracción, por eso
se dice que si nos encontráramos con nosotros mismos desapareceríamos. Si
utilizamos la Ley de Correspondencia “lo que es arriba es abajo y lo que es
abajo es arriba”, podríamos decir que el átomo es en sí mismo el reflejo del
mismo Universo.
La
actual Teoría de Cuerdas es hoy en día la única
forma que se tiene para explicar esta correspondencia o lo que se ha
dado en llamar, la Teoría del Todo o del Campo Unificado.
Esta
teoría se podría explicar, diciendo que lo que hasta ahora se consideraba la
partícula más pequeña e indivisible como eran los protones, neutrones,
electrones y que configuraban el átomo, dejan de serlo, ya que este modelo no
explicaría del todo el funcionamiento del átomo en sí mismo.
Alrededor de
los años sesenta, se comenzaron a dar teorías en busca de la unificación del
átomo con el universo, y así, ofrecer viabilidad a la Teoría de la Relatividad
de Einstein, fue entonces cuando apareció una teoría que decía que la partícula
de la que están hechas todas la demás (electrón, protón, etc…) son unos
filamentos de energía en constante vibración y que esta vibración es la
causante de su masa y tamaño.
En un
nivel subatómico, existe una relación entre la frecuencia (f)
a la que vibra algo y su energía (E):
E = h f
donde h es la constante de Planck.
Al mismo
tiempo, la famosa ecuación de Einstein E=m c2 nos dice que hay una relación entre la
energía y la masa.
Por lo
tanto, existe una relación entre la frecuencia de vibración de un objeto y su
masa. Tal relación es fundamental para la Teoría de Cuerdas.
Estas
cuerdas están unas abiertas y otras cerradas y esto configuraría su vibración y
su polaridad.
Como podemos observar en la imagen siguiente,
todo está sostenido en una Mente Infinita, que se asemejaría a una cuadricula
por poder dibujarla o una red neuronal.
Esto
daría como resultado que el átomo contiene - como dice Alice Bailey - la deidad
de la que Todo es, es decir nosotros estamos dentro de la Mente Infinita y la
Mente Infinita está dentro de nosotros.
El
átomo es la partícula en evolución más similar al propio universo que podemos
observar. El orden perfecto de la vida y de toda su creación se basa en el
principio de vibración, si controlamos dicho principio, tendremos una evolución
más rápida y armoniosa, alcanzando nuestros objetivos dentro del Plan con mucho
más acierto y menor desviación.
Esto
nos indica que dentro de nosotros subyace latente toda la verdad atemporal de
la propia creación. Cuando sientes que eres parte de ella y está en ti, no hay
separación, te entregas a la perfección de la creación y a su creador, ahí yace
el TODO, la Abundancia en su máxima expresión.
NOTA:
Desde nuestra Escuela recomendamos, para quien quiera profundizar más en el
conocimiento de esta materia desde un punto de vista de la física quántica,
estudiar el trabajo desarrollado por NASSIM HARAMEIN y el grupo de científicos
e investigadores que le acompañan.
Karme Millán
Artículo perteneciente al dossier de la 4ª Etapa del
Camino del Ego al Logos - Un Viaje sin Retorno
Temple Inanna